Nos adentramos en el océano de ritmos contagiosos, risas y resplandor solar de la publicidad veraniega. Desde los festivales actuales hasta las joyas escondidas de los años 60, buceamos en los arrecifes más vibrantes de los anuncios de verano. ¡Ajusta tus aletas, que bajamos!
Festivales y publicidad: un mar de oportunidades
En el vasto océano del marketing estival, la música en vivo retumba como un trueno bajo el agua. Solo en 2022, se celebraron cerca de 900 eventos musicales en España, facturando unos 460 millones de euros. ¡Sí, respira! Porque, según el Observatorio de Marcas en Festivales, el negocio no ha tocado fondo.
La mayoría del público que ‘festivalea’ percibe de manera positiva la presencia de las marcas, siempre y cuando aporten valor con acciones locas, inolvidables. De unos años acá, todas quieren robarse el ‘show’ organizando fiestas en globos, conciertos de realidad virtual o experiencias VIP.
Pero si alguien se lleva el gato al agua en presencia escénica esas son las bebidas, principales patrocinadoras de festivales como el Primavera Sound, el MadCool o el BBK Live. Y de entre ellas, la cerveza siempre a flote como cabeza de cartel.
Estrella Galicia, Mahou, Heineken, Alhambra, Cruzcampo… Ya sea creando un oasis de cerveza en un festival de música o transportándote a una playa soleada con un solo sorbo, estas marcas enseñan que el verano y la cerveza son una combinación hecha en el paraíso. ¿Quién no se moja por una?
Cuando el verano sabía a burbujas y helados
Sumergiéndonos en las profundidades de los mares del pasado, llegamos a los años 80 y 90. En ese entonces, las bebidas refrescantes y los helados eran las estrellas del verano. Como un canto de sirena, los pegajosos jingles del Frigo Pie, el Drácula o Calippo “que quita el hipo” eran la señal inequívoca de unas vacaciones infinitas de sol y diversión.
Y hablando de refrescantes sabores de la época, no podía faltar La Casera. La marca de bebidas gaseosas revolucionó la escena con un anuncio tan brillante que se llevó a casa el premio al mejor spot publicitario del Festival de Publicidad de San Sebastián en 1986. No había fiesta sin su chispeante sabor.
En este tiempo, Schweppes irrumpía también en el panorama con un anuncio que dejaba a miles de españoles enamorados de la tónica. Lo curioso es que antes de que se lanzara, casi nadie en España la consumía. Pero el carismático spot, protagonizado por Benard Le Coq, lo cambió todo.
Estas campañas son un buen ejemplo de la fuerza de la nostalgia y una demostración de cómo capturar la esencia y las emociones de los días cálidos y desenfadados del verano. ¡Y la fórmula todavía funciona!
Emergiendo desde las profundidades: las cremas solares toman los 70
En la corriente de los años 70 surgió una tendencia: el bronceado. Vuelta y vuelta en la toalla y a tostarse. Comenzaba el culto al cuerpo, la protección solar iba ganando presencia y Nivea -empresa alemana- instala su primera filial en España. Optando por remarcar en sus campañas la imagen de la clásica lata, en vez de un cuerpo femenino, conquistó también al público masculino.
Además, fue una de las pioneras del merchandising alcanzando una enorme popularidad con su icónica pelota azul inflable, que todavía hoy continúan fabricando. El accesorio perfecto de las vacaciones: el balón de Nivea. Hay más de 20 millones por ahí rulando… ¿Quién no ha corrido detrás de uno?
Y hablando de carreras, ¿sabías que Jodie Foster inició la suya en ese tiempo con solo tres años? Pues sí, la ganadora de cuatro óscares de la Academia debutó en un anuncio de televisión de la loción bronceadora Coppertone. El logotipo original de la marca era el perfil de un jefe aborigen, hasta que un equipo de publicistas creó el concepto de Little Miss Coppertone: esa niña rubia con coletas a la que un cachorro tira de su traje de baño enseñando el trasero.
En las aguas primigenias de la publicidad veraniega
Nuestra inmersión acaba en los 60, cuando salen a la superficie las primeras burbujas publicitarias de productos del verano. Debutaban artículos como las neveras portátiles Coleman, con sencillos anuncios que sentarán las bases para las siguientes décadas.
Fue cuando la publicidad veraniega empezó a florecer, vinculando para siempre ciertos productos con la diversión, la libertad y la relajación estival. Campañas como la de “El verano va mejor con Coca Cola” conseguían subir al público a la contagiosa ola del optimismo veraniego en todo el planeta
Con nuestro último aleteo, regresamos al presente, al 2023. Hoy, a pesar de las cambiantes mareas de la publicidad, el espíritu del verano permanece inalterable en ella. El sonido de una lata de refresco abriéndose o la imagen de un helado derritiéndose nos sigue avivando emociones y evocando recuerdos. ¿No es cierto?
Hasta la próxima inmersión, disfruta de todo lo que el verano –y su publicidad– tienen que ofrecer… O vete con Curro al Caribe ¡Tú decides!