En DesTapadas reflexionamos sobre los sueños y su influencia en el diseño gráfico.
Esta vez, con motivo de la celebración de Serifalaris Vol.X y el Día Internacional del diseño gráfico, hemos querido centrarnos en la relación existente entre los sueños y los procesos creativos que afectan al diseño gráfico. ¿Qué es el diseño gráfico? ¿Cuándo empezó? ¿Cuál es su importancia para la sociedad? Estas son solo algunas de las preguntas que soñamos poder responder.
¿De dónde surge el diseño gráfico?
El legendario diseñador Paul Rand -conocido también como ‘Papá Logo’ por ser el autor de icónicos logotipos como los de IBM o Ford- decía que “todo es diseño”. Vamos a meter monedas en la máquina del tiempo, a ver desde cuándo es como dice.
La historia del diseño sitúa a veces los primeros impulsos de comunicación visual en las pinturas rupestres del Paleolítico. Los egipcios crearon sellos cilíndricos y marcas registradas en artículos como la cerámica y con su sistema de jeroglíficos andaban en el top de la pirámide del diseño. Para muchos, la riqueza gráfica empleada por los monjes celtas que trabajaron en el Libro de Kells supone un temprano origen del diseño gráfico. Este manuscrito realizado sobre el año 800 en el pueblo irlandés de Kells sigue cautivando por la riqueza ornamental de sus páginas.
Técnicamente, los primeros logotipos del mundo serían los escudos de armas. En el siglo XIV en Inglaterra, el rey Ricardo II promulgó una ley que obligaba a las casas de cerveza a colgar carteles en las fachadas para señalizar dónde se podía beber la peña unas chelas. El agua de las fuentes públicas corría muy contaminada por aquel entonces. Era cuestión de vida o muerte entender y seguir la señal. Cerveza y salud. Puro diseño.
La imprenta de Gutenberg inicia, según los entendidos en esto, la era del diseño. El “coranto”, el antecedente del periódico, con sus primeros anuncios impresos, enciende aún más la mecha y la cosa va petando. Tal y como lo entendemos ahora, el diseño gráfico se desarrolla a finales del siglo XIX, cuando se van integrando avances tecnológicos y corrientes artísticas. Fue el diseñador de libros, William Addison Dwiggins, quién utilizó por primera vez en 1922 el término diseño gráfico.
El impacto social del diseño es tal que desde 1963 se conmemora un día internacional en su nombre. El 27 de abril se recuerda la fundación en Londres del Consejo Internacional de Asociaciones de Diseño Gráfico. Su celebración, sobre todo, trata de fomentar el diálogo entre profesionales para intercambiar teorías o ideas.
¿Es diseño todo lo que soñamos?
Una vez que sabemos de dónde venimos, es el momento de plantearnos hacia dónde vamos. O más bien, hacia donde soñamos. Porque una tercera parte de nuestras vidas la pasamos dormitando en los brazos de Morfeo (el dios de la mitología griega, no el de Matrix). Está comprobado que abandonarse al sueño produce momentos de agudeza creativa en nuestro cerebro. Al despertar, puedes imaginar desde el gran diseño del Universo al del sacro usado Post-it. El sueño y el diseño ligan bien.
Entre tres y seis veces cada noche, con una duración de entre 5 y 20 minutos cada uno, los sueños vienen a visitarnos. Esos sucesos o imágenes que se representan en la fantasía de alguien mientras duerme han sido la raíz de grandes descubrimientos. Ciencia, literatura, arte, filosofía… Los sueños han sido siempre fuente de inspiración: conexión con el inconsciente y la realidad onírica para crear. Son historias narrativas que se nos cruzan, nos perforan el coco y los dejamos estar.
Sueños gráficos
Albert Einstein dormía no menos de diez horas por jornada. Era de siestas diarias -sí, en plural- y su archiconocida teoría de la Relatividad parece que le llegó pegado a su almohada soñando con vacas electrocutadas y viajes por el espacio montado en un rayo. Avances en la historia de la humanidad como el descubrimiento de la estructura del ADN, el anillo de la molécula de Benceno o la insulina se volvieron realidad gracias a las manifestaciones visuales que tuvieron sus protagonistas tras contar ovejitas un rato.
Mary Shelley concibió la historia de Frankenstein en un sueño ¿de terror? donde conversaba con sus amigos; John Lennon compuso “Dream” ya imaginas cuándo; Dalí o Buñuel también se dejaron llevar por Hipnos; y Larry Page ideó la herramienta de búsquedas mundial que hoy se llama Google tras planchar la oreja.
De una cabezadita en el tren surgió también una de las mayores herramientas visuales que se conocen para explicar nuestro planeta: la tabla periódica de Mendeleev. Es el diseño que nos ayuda a comprender nuestro planeta. Este icono omnipresente diseñado para facilitar el trabajo de los químicos en 1869 supone la máxima representación gráfica de las leyes de la Naturaleza.
¿Es la vida sueño o diseño?
Basta con echarnos un vistazo como civilización para entender cómo el diseño rodea y condiciona nuestro mundo. Portadas de libros, etiquetas de comidas, botellas de bebidas, señales de tráfico, carteles, posters, títulos de créditos, tarjetas de visita, logotipos, mapas, señales… ¡Incluso el mismísimo metaverso! Todo lo que hacemos, casi todo el tiempo, es sueño y diseño. Hasta en la sopa, literalmente. Nos define como humanos tanto como el lenguaje.
Como no es una pregunta fácil de responder nos fuimos a Serifalaris, el evento anual sobre diseño que se celebra en el municipio de Getxo, para preguntar como Calderón de la Barca si la vida es sueño o diseño, si éste debe tener alma o si puede mentir ¡Ups! Los que cayeron en las redes del universo onírico de DesTapadas fueron Núria Vila, Javier Jaén y Pepe Gimeno. Entre ponencias y pastas, nos dejaron descubrirlos más de cerca y nos ofrecieron sus reflexiones acerca de qué es el diseño gráfico y cuál es su importancia para la sociedad.
Cerramos con este THE END tan maravilloso como consejo a los abriles que se inician en esto: “Chupar de todo lo que hay, entenderlo de verdad, regurgitar y sacarlo otra vez. Ahí se aportan cosas al diseño”. Más que una reflexión, es un regalo del propio Pepe Gimeno. Ni en un millón de sueños se nos hubiera ocurrido un final tan molón.